Mi pequeña puerta
Somos, después de todo, marionetas buscando de alguna forma poder liberarnos de los hilos que nos atan en ciertas ocasiones, hilos manejados por algún pibe que descansa tirado en algún sofá. De diversas maneras buscamos terminar con estas ataduras, y en ciertos momentos llegamos a encontrar alguna de esas salidas en una birome y un papel, o delante de un teclado. Es cuando las emociones fluyen a través de la tinta que uno las libera intentando, quizás, llegar a fundirlas con las ajenas. Esta es la pequeña puerta que dejo abierta hacia mi. Espero que la disfruten.
4 Comentarios:
...y así es como se evade el intenso deseo de la carne. Cuando se camina sobre nadadores (o se flota sobre caminantes) es que se llega a ver un poquito más allá de la espalda del de adelante.
Muy bueno Nacho!
Buenísimo Nacho que hayas aprendido a caminar sobre los porteños! (ojo con pisarle la cabeza a alguno, por más que vayas caminando por arriba sin zambullirte... no te olvides de mirar para abajo)
Salu2
(Un Paranaense en Rosario saluda a un Rosarino en Buenos Aires)
ha de ser que el ser humano se acostumbro a saberse un animal que tiene capacidad de acostumbramiento asombrosa y por ello, cada vez que una persona sale de los moldes establecidos, de los parametros morales prehechos, camina sobre el agua y cree que es el hijo de dios, y los otros, los que lo vieron lo ven como dios, y los que no lo vieron y solo lo escucharon nomrbrar lo piensan como un demente.
Esa es la condicion del que hace caminos, de ser amado y/u odiado, alabado y/o columniado, aceptado y/o negado...
son todos sentimientos ambiguos, porque esa gente crea esos vinculos. no hay terminos medios, no los hay.
Hacer caminos no todos pueden. y de los que pueden, solo pocos se animan a costruirlos, ya que este proceso no todos lo soportan.
El libre suele ser objeto de burlas por su condicion de "frick", "Frack" (crack), loco, libertino, criminal, subversivo, hippie, drogadicto o alienado. pero alienado quien en la masa esconde su identidad. el que se no se desprende del rebaño por miedo a la creacion, o miedo a ser mirado, o castigado por el pastor (la moral), o transitar el camino solo.
Ni el Dalai Lama logra transmitir tanta paz. Es increíble que hayas logrado escribir esto de Buenos Aires.
Esto me suena muy propio de un arhat, pero sin pasar por las 8 etapas.
Quien diría que estaríamos en presencia de un iluminado.
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