Ilusas Marionetas

A donde nada llega...

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Nombre: Nacho
Ubicación: Capital Federal, Argentina

Mi pequeña puerta

Somos, después de todo, marionetas buscando de alguna forma poder liberarnos de los hilos que nos atan en ciertas ocasiones, hilos manejados por algún pibe que descansa tirado en algún sofá. De diversas maneras buscamos terminar con estas ataduras, y en ciertos momentos llegamos a encontrar alguna de esas salidas en una birome y un papel, o delante de un teclado. Es cuando las emociones fluyen a través de la tinta que uno las libera intentando, quizás, llegar a fundirlas con las ajenas. Esta es la pequeña puerta que dejo abierta hacia mi. Espero que la disfruten.

jueves, febrero 17, 2005

Quiero ser húsar de su ejército endiablado


Quien haya estado en Montevideo (o Monte VI dEO.. Monte Sexto, de Este a Oeste, como recalcase algún amigo) seguramente se encontro con algo que lo dejó marcado para siempre. Acá nomás (aproximadamente unos 600 km, más cerca de lo que queda Mar del Plata, para cualquier coterráneo de quien escribe), cruzando la frontera que nos separa de Uruguay, y siguiendo un poquito, uno se puede encontrar con otra gente, gente que llevá un no se que adentro (no me refiero a ese adentro) que los hace volverse felices por, al menos, 40 días. Cómo explicarlo? Los tablados se arman en las calles, las bañaderas recorren la ciudad todas las noches, cargadas con murguistas de voces espectaculares y caras pintarrajeadas, con gente que tiene el don de olvidarse del pesar diario para convertirse de noche en fiesta. Y una fiesta totalmente diferente. De lucesitas amarillas, de muñecos colgados, de candombe y murga. Pero pasa el carnaval, y la gente vuelve a la vida normal y te encontrás con gente parecida a la que encontrás acá, con la diferencia de que ellos no olvidan el carnaval, de que el mismo espíritu de febrero sigue latente en cada uno, expectante. Gente que te devuelve las ganas de todo, con tan solo un mate.

"Uruguayos, uruguayos, donde fueron a parar..."