Mi pequeña puerta
Somos, después de todo, marionetas buscando de alguna forma poder liberarnos de los hilos que nos atan en ciertas ocasiones, hilos manejados por algún pibe que descansa tirado en algún sofá. De diversas maneras buscamos terminar con estas ataduras, y en ciertos momentos llegamos a encontrar alguna de esas salidas en una birome y un papel, o delante de un teclado. Es cuando las emociones fluyen a través de la tinta que uno las libera intentando, quizás, llegar a fundirlas con las ajenas. Esta es la pequeña puerta que dejo abierta hacia mi. Espero que la disfruten.
2 Comentarios:
Creo, cada vez con más convencimiento, que tomaste la decisión correcta. Vos también lo creés.
Un acorde violento en tu nombre desde Rosario.
Y me puso nostálgica... pero eso no es díficil... Ahora acá llueve un poco. Saludos desde El Salvador, Centro América, América, El mundo -creo.
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